miércoles, 13 de marzo de 2013

Cuarto movimiento


Nunca me has gustado, incertidumbre.
Por eso dejaste un agosto esquimal en mi interior.
Desataste una tormenta glacial.
Me destrozaría. De arriba a abajo.

Y lo hizo. 
Oh sí, vaya que si lo hizo.
Dejó sitios abandonados.
Habitaciones muertas.

Pero la tormenta pronto cesó.
Y no murió mi conciencia.
Mi parte más salvaje.
Los sueños oníricos.

Supe qué hacer y qué no.
Decidí vivir sin todo eso que alguna vez fui.
Decidí vivir sin mirar atrás.
Decidí vivir sin la parte de ser que fue contigo.

Por todo eso, vivo feliz.
Por eso no he dejado de andar...

3 comentarios:

  1. A mí tampoco me gustas, incertidumbre.

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  2. Yo tampoco soy amante de la incertidumbre sobre todo cuando afecta a cosas del corazón.

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  3. Odio lo que es la incertidumbre porque mi cerebro parece que vaya a explotar cuando estoy así.
    besos

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