sábado, 15 de junio de 2013

Ahora que el equilibrio es imposible


Ahora que mis palabras suenan huecas
desde que se estrellan en este muro imaginario.
Ahora que por jugar a ser mayores
nos comportamos como dos extraños,
que no saben lo que dicen
por mentir al adversario.

Ahora que el equilibrio es imposible,
mi incapacidad siempre se descontrola.
Ahora que este caos me necesita
tu prefieres dormir sola,
porque todo es relativo,
porque niego mi derrota.

Ahora, que sólo consigo otro final.
Ahora, que sueña barato la soledad.
Ahora, que no me hace caso,
yo pido vaso en otro bar.

Ahora, que rompe a llorar la alegría.
Ahora, que ser culpable es mi día a día.
Ahora, que la tristeza
se pone coqueta para mi vida.




2 comentarios:

  1. El equilibrio acaba volviendo, todo es cuestión de paciencia.
    Y a la tristeza, deberíamos darle una patada y mandarla bien lejos.

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  2. Ahogar las penas en el alcohol tiene su punto, aunque no por mucho tiempo, ya que al final es peor el remedio...
    Eso sí, por muy tentadora que sea no dejes que se acerque esa tristeza coqueta, que es demasiado fácil que se instale en tu vida y muy, pero que muy complicado alejarla de ella.

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