A mucha distancia de aquí
Hubo una historia especial
De esas que encogen al alma
Creo que no encontré mi camino
Por todo aquello que no gané
Y por todo lo que he perdido
Aprendí a culparme a mí
Y aprendí a olvidar lo aprendido
¿Qué me queda?
Volví para soñar
Y el insomnio me dio por vencido.
¿Qué me queda?
Recuerdo aquellos días
De mariposas y huracanes
Y el efecto que solías provocar
Hoy todo es distinto
No sabría explicarlo
La vida nos quiso cambiar
Aprendí a caminar
Pero no tenía dónde ir
¿Qué me queda?
Empezar a razonar
Y perder del todo la cabeza
¿Qué me queda?
Y entonces me equivoqué
Y el error me dio alimento
Unos labios el calor
Y unas piernas el deseo
Me mantuviste vivo en todo momento
Pero sin tu efecto ya no supe continuar
‘Ya me echarás de menos’
Y en flor de loto me convertiste
Y así, pálido, me quedé esperando
Alguna señal, alguna luz
Pero sólo quería morir
Ver la marcha negra
Dejar de lado la esperanza.
Aprendí a valorar el tiempo
Cuando ya no me quedaba paciencia
¿Qué me queda?
Aprendí a hablar
Cuando ya no me quedaban palabras
¿Qué me queda?
Muchas veces esperamos señales, y no lo entiendo...esperar...una mala elección (aunque a veces no queda otra), tenemos que crear las señales porque a veces todas las partes están en la misma espera y así nunca llega nada...la nada.
ResponderEliminarHay que aprenderlo todo, incluso a crear antenas que construyan la señal...
(no me creo que te quedases sin palabras)
El otro día viendo La Historia Interminable vi como la nada lo estaba invadiendo todo. Es algo similar.
EliminarY sí, me quedé sin palabras. a veces las situaciones tensas dan lugar a reacciones que no esperas de tí.
Un saludo.
Brutal.
ResponderEliminarAprendí a hablar
Cuando ya no me quedaban palabras.
Volví para soñar
Y el insomnio me dio por vencido.
Me encanta.
Que bonito!!
ResponderEliminarLos recuerdos siempre quedaran
ResponderEliminarLos recuerdos, las palabras, los detalles. Todo eso es eterno
EliminarSupones bien. Pero la esperanza se terminó agotando, junto con la paciencia. Y no por mi parte, sino la de ella, que transformó la pena en odio.
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