lunes, 21 de enero de 2013

Conciencia




-          ¿En qué piensas?

Se sobresaltó un poco, pero se dio cuenta que no había nadie más en la habitación.

-          Sí, te estoy hablando a ti.

Volvió a dudar si aquello era real.

-          No sigas buscando, soy tu conciencia. ¿En qué piensas?
-          Si eres mi conciencia deberías saberlo, ¿no?
-          Es que últimamente no eres muy consciente de tus actos. Mírate, ¿a qué se debe tanta nostalgia?
-          Han sido demasiados altibajos en muy poco tiempo, aún estoy raro y algo desubicado.
-          ¿La echas de menos?
-          No, es algo más trascendental que todo eso.
-          Pero, entonces, la echas de menos.
-          No es eso. Cuando decidí tomar este camino, lo tuve claro. Es tan sólo este proceso de adaptación, este ritual por el que pasa todo el mundo.
-          ¿ Auto-destruirte estaba en tus planes?
-          No, pero se me ha ido de las manos. Nadie escribe su futuro, tan sólo ocurre. Es más fácil así, que fluya el tiempo. Y a esperar.
-          ¿Pretendes malgastar tu tiempo así?
-          Tengo claro cual es mi siguiente paso.
-          ¿Y por qué dudas?
-          Porque no quiero esperar más.


Cogió el revolver.
Buenas noches, querida conciencia.






1 comentario:

  1. Impactante final, nunca mejor dicho...
    PD: La imagen de Pinocho me ha conquistado.

    ResponderEliminar