martes, 15 de enero de 2013

Un sí cobarde




El destino es caprichoso y siempre vuelve al mismo punto de partida.
Y aunque seguía sin quererlo, lo acepté tal cual, sin importarme nada.
No era la manera, no eran los actores.
Con nada que decir, pero con todo por ofrecer.

Ya estaba desvariando de nuevo, y otra vez la noche se volvía eterna.
Tocaba de nuevo la realidad, aunque el sueño estaba presente.
El deseo vivo.

Pequeño incendio sideral de miradas furtivas.
Palabras que dicen mucho más de lo que parecen.

Silencio...

Todo,
y a la vez,
nada.

3 comentarios:

  1. No está de más un "sí cobarde" alguna vez, pero yo abogo por un "no valiente" en la mayoría de los casos :)

    ResponderEliminar
  2. nada y a la vez todo...¿podría existir una sensación comparable??
    Cuándo sabes que es nada, o quién te dice que es todo???
    No me gustan los silencios, pueden llegar a confundir, por mucho que digan...

    (me quedaré por aquí, me gusta tu rincón)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bienvenida.

      Nada y a la vez todo tiene sentido cuando hablamos de otra persona.

      Me gusta tu nick, en su día me dedicaron Flor de loto.

      Eliminar