jueves, 21 de febrero de 2013
Ese adiós...
¿Recuerdas como nos conocimos?
Yo iba de la mano de otro desengaño
Tu con la lección bien aprendida
Ambos nos dijimos 'ojalá que volvamos a vernos'
Y aquella noche, tan sólo un chispazo vimos.
Pasó el tiempo como pasan las cosas
que no tienen mucho sentido,
y a lo largo de este callejón sin salida
volvimos a encontrarnos en otra despedida:
yo con mi desengaño y tu con tu carpe diem.
Esta vez, los chispazos nos volvieron vulnerables:
yo con mi corazón de paso, tu y tus miradas a oscuras.
Crucé a ciegas una ciudad y me dormí con las estrellas,
pero entonces ya no eras tu, ni tampoco yo, y ni rastro de nosotros
por una sencilla verdad: 'no te quiero necesitar porque no te puedo tener'
Y, así, empezó todo de nuevo, con un final.
Esta vez era un final cerrado, sin más allá
que este desierto eterno entre tu mirada y la mía,
porque por mucho que toda esta historia existió,
ese adiós no maquilla un hasta luego.
domingo, 17 de febrero de 2013
La chica invisible
La chica invisible es etérea como el viento y eterna como un
billete a ningún lugar.
La chica invisible juega a buscarme en los sueños de noches de insomnio, espera su momento en la nada.
La chica invisible va de la mano de una historia que aún no
ha empezado, y que tampoco lo hará nunca.
La chica invisible rompe a llorar sin derramar una lágrima
cuando no hay más luz que su propia oscuridad.
La chica invisible se disfraza de persona normal cuando no
la veo, no quiere sufrir por sentir la felicidad.
La chica invisible es también espacial, ya que está tan
cerca que es inalcanzable.
Y tan real... como la vida misma.
Su vida.
martes, 12 de febrero de 2013
Caótico neutral
En este mundo de sentimientos, yo me muevo al compás de
mi instinto animal. No era lo que yo buscaba, tan solo me vi enfrentado a
situaciones en las que no podía ser el más débil.
Me niego a serlo. Aunque esa parte de mí haya dejado de
ser humana.
Tenía ese lado tierno, ese lado que buscaba una sonrisa. Pero
hace ya tiempo que me dejé, que no me busco y seguramente nadie (ni yo mismo)
me encuentre.
Me dicen que no pierda esa esencia, que eso innato que yo
tenía no se habrá ido, simplemente el tiempo y mis propias experiencias hayan
mitigado ese tipo que algún día fui.
Mientras tanto, seré el pasto de mis necesidades.
Seré ese otro que no soy yo.
jueves, 7 de febrero de 2013
Contradicción
No es lo que dices,
Es la manera en que lo dices.
No es tu mirada,
Sino la frialdad que la acompaña.
No son las caricias,
como si fueran de alambre.
No es tu carácter,
Cambiante, agrio, irascible.
No son tus sueños,
Son mis sueños frustrados.
No es tu alegría,
Que agoniza a la mía.
No es nuestra vida,
Porque yo no tengo nada.
.
.
.
Realmente no eres tú,
Soy yo.
Como siempre.
lunes, 4 de febrero de 2013
Tres segundos antes...

Eh! Ven aquí donde pueda oler tu esencia.
No trates de hacerte la víctima.
Esta noche voy a saciar mi apetito.
Llevas un rato mirando.
Tu sonrisa esconde algo.
Sé a lo que juegas.
Y quiero jugar contigo.
No trates de manipularme.
Eso no va conmigo.
Esconde tus cartas.
Pero ya estás perdida.
Quieres saciar tu deseo.
Morbo por escuchar tu voz.
Sedúceme.
Lo estás haciendo bien.
Hablas de placer por placer.
Sabes lo que vas buscando.
Provocas incendios.
Y yo me quemo por tocarte.
Controlas tu respiración.
Pero no mis impulsos.
Vuelve a repetir.
No digas nada más.
Conoces el final.
Muévete como siempre.
Destrózame.
Hazme tuyo.
Tres segundos antes…
Y ahora, lárgate
viernes, 1 de febrero de 2013
Recuerdos
Otra vez has vuelto, se decía para sí…
Pero en sus ojos se podía
notar la alegría de la añoranza a alguien especial, y durante el tiempo que
duró el abrazo, supo que era feliz y que no necesitaba nada más.
Encontró refugio y protección
en esos brazos, sabía que le hacía falta un gesto de cariño como ese. Lo
disfrutó como si fuese el primero de su vida, más acorde a una tierna infancia
y no a un mágico momento como el que estaba viviendo. Respiró fuerte y encontró
en el aire pequeños recuerdos de una época dorada. Se encontró con su aroma, y
lo degustó.
La tranquilidad se había
adueñado de su cuerpo. Una sonrisa se dejaba ver en sus labios, dando a
entender que todo había pasado.
Susurros… que dan lugar a caricias
y besos incontrolados.
Demasiado amor guardado.
Demasiados sentimientos
ocultos.
Demasiado para ambos.
Tras el cristal podía ver la
escena, de esas que se te quedan grabadas para siempre, como las fotografías
del beso del Hotel de Ville o el beso de Time Square. Y eso era lo que estaba
observando, un beso pasional, artístico quizás, cargado con muchos aderezos. La
verdadera razón del beso, a parte de todos los sentimientos, eran las ganas de
besarse.
Las ganas de sentirse vivo…
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