jueves, 21 de noviembre de 2013
...de querer ser...
martes, 30 de julio de 2013
Te juzgarán sólo por tus errores
martes, 23 de julio de 2013
Keep walking
domingo, 14 de julio de 2013
Hola verano
viernes, 28 de junio de 2013
Varias cosas que (quizás, tal vez, puede) no sepáis de mí
lunes, 24 de junio de 2013
Momentos de reflexión #1
Ella no quería enamorarlo.
Tan sólo quería que fuese feliz como lo era antes para enamorarse de él.
martes, 18 de junio de 2013
Hasta pronto
Sé que no será un final definitivo pero de momento es un final, como un fundido en negro en mitad de una frase inacabada.
Uno no se acostumbra a cierto devenir y quizás me vengan grandes muchas sensaciones, pero esta vez me ha golpeado fuerte. Pero tarde. Demasiado. Tanto que se ha añadido en mi lista de cosas de las que me arrepiento tanto tanto que ni llorando (siendo tio) se me olvidará jamás.
Dejar pasar la oportunidad por mi estúpido ego. Sentirse idiota. Notar la constelación de lágrimas.
Por todos estos momentos necesito parar y desconectar. Ya habrá otro momento en que vuelva a escribir sin tener que emocionarme de esta manera.
Besos a todas.
sábado, 15 de junio de 2013
Ahora que el equilibrio es imposible
martes, 11 de junio de 2013
10 días
Me gustaría decirte tantas y tantas cosas que sería imposible acabar algún día.
Que te quedaras a mi lado, que me sedujeras con esa sonrisa de niña mala.
Y disfrutar de ti toda la noche, cuando las noches eran noches de incendio.
Me gustaría volver a mirarte a los ojos, como en aquel diciembre hostil.
Hacer nuestro este momento cuando el momento aún no había pasado.
Ilusión e incertidumbre de la mano de un silencio de miradas.
Me gustaría que tu destino estuviese escrito de mi puño y letra,
porque así podría decidir un futuro juntos, esa era mi idea.
Caminos que estuvieron tan y tan cerca el uno del otro.
Por todo esto, me gustaría dedicarte una última cosa.
Necesitaba decirte todas estas cosas, como tu lo hiciste.
Ojalá que cumplas todos tus sueños y seas feliz.
Gracias.
viernes, 31 de mayo de 2013
Nadie dijo que fuese un sueño
...pero nadie decía la verdad.
Como mentira era impensable.
Los sueños oníricos eran bonitos, pero suponían demasiadas exigencias por tal de querer hacerlos realidad. 'Prefiero no soñar y no esperar nada de nadie'.
Entonces vio como su castillo desapareció, al igual que sus recuerdos. Vio caer mitos. Vio a la amargura instaurarse al comprobar como su presente no se presentaba.
Se vio a sí mismo frente al espejo, pero aquel no era su reflejo. Se dio cuenta tarde de su error: nada era real.
Pero si era un sueño, nadie le dijo que lo fuese.
Nadie decía la verdad.
lunes, 27 de mayo de 2013
Cuestionario
Desde el blog de www.relatosmagar.com me han nominado para responder sobre unas preguntas de lectura. Agradezco de corazón que mi más querida y compañera de http://minochesinti.blogspot.com (blog dónde empezó nuestra andadura de relatos) se acuerde de los buenos tiempos pasados.
viernes, 24 de mayo de 2013
La insoportable levedad del ser (yo)
martes, 14 de mayo de 2013
Juegos
martes, 7 de mayo de 2013
Pesadillas que se vuelven realidad
Hace un mes, en la entrada Volver a (no) soñar tuve una pesadilla en la que veía morir a mi pastora alemana.
Ayer se hizo realidad.
Esta casa se ha vuelto triste y vacía de repente. Las personas que habitan en ella llevan algo más que el dolor de una pérdida.
Sé que estás en el cielo, todos los perros van allá.
Te echaremos de menos pequeña.
martes, 30 de abril de 2013
No latir
Cuando el corazón dejó de sentir, marchitado,
el cerebro, orgulloso, se puso a razonar.
Trató de tener claro todos los puntos de vista
y tomar una decisión de la que no se arrepintiera.
Había visto como la esencia se había evaporado,
como si cada palabra de amor hubiese muerto
antes de escapar de aquella dañina inercia,
enredado en aquel silencio sideral.
Su voz ya no era suya, se había vendido
por un laberinto de besos y caricias
cuyo único destino era un amargo final.
'No necesito más', pero se equivocaba.
Quizás era lo que el cerebro necesitaba,
tomar el control de algo tan efímero como los sentimientos.
Quizás...
domingo, 28 de abril de 2013
martes, 23 de abril de 2013
Latir
viernes, 19 de abril de 2013
En carne viva
viernes, 12 de abril de 2013
¿Te acuerdas cuándo escribía de ti?
martes, 9 de abril de 2013
Volver a (no) soñar
Miré hacia abajo y no pude contener las lágrimas, que se agolpaban unas tras otras en un llanto descontrolado. En mis manos, inerte, yacía aún caliente el cuerpo de mi más fiel y querida amiga.
No quise mirar hacia el lugar del accidente, pero la sangre se había extendido por toda la calle. Aquello era terrorífico. Ella no quiso morir así, ahí. Se arrastró como pudo y llegó a la terraza donde siempre estaba tomando el sol o viendo a los niños jugar. Le hacía sentir libre.
No pude ayudarla.
Buscó colocarse entre mis brazos y dejó que la cogiera, buscando un alivio que no iba a llegar.
La abracé lo más fuerte que pude. Lloré.
Ese fue su final.
Me incorporé alterado y vi que había tenido una pesadilla. Bajé a buscarla para asegurarme que no había ocurrido en realidad, pero no la encontré. No pude encontrarla.
Justo cuando volvía al cuarto sonó el teléfono y una chica al otro lado, con una voz muy dulce, me decía que lo sentía por mí.
- ¿Por qué lo sientes por mí? ¿Quién eres? - pero en el fondo sabía quién era.
- Deja de pensar en mí, ya es tarde para echarme de menos.
- ¿Cómo? No te entiendo.
- Desiste. No quiero nada contigo.
- ¿Por qué me tratas así?
- Porque eres tu el que está muerto.
Esta vez si me pilló por sorpresa. Volví a despertar más alterado que en la segunda pesadilla.
Esta vez era el mundo real. Esta vez estaba bien despierto.
Pero con el alma encogida, incapaz de moverme.
Dos pesadillas seguidas eran demasiado.
Ya no quise volver a soñar.
lunes, 1 de abril de 2013
Y a nadie le gusta Abril
viernes, 22 de marzo de 2013
Fin
Ella lo miró a los ojos, y su mirada estaba llena de pena. Por un breve momento, y tras un largo e incómodo silencio, no supo como dirigirse a él. Estaba sentado en el filo de la cama, esperando a darle un beso de buenos días.
Ella siguió meditando las palabras que tenía que decir. No iba a ser fácil, y menos en ese sitio. Aquella cama había dado buena cuenta de varios cuerpos varoniles que, en cuestión de una noche, quedaban fuera del lugar por antigüedad. Ahora tenía frente a sí a ese muchacho que no era como aquellos chicos, el era distinto y ella lo sabía muy bien. Por eso era más complicada la situación.
Él tenía una forma de hablarle que le había llamado la atención, así como aquellas risas que nacían de dentro y las conversaciones que tenían hasta las mil. Solía enviarle mensajes para que ella se despertara con una sonrisa, cosa que a ella le encantaba. Luego llegaron las miradas que decían mucho más que todas las palabras que se habían dicho, hasta que aquel pequeño incendio de pocas palabras se convirtió en un fuego vivo que hacía las delicias de los dos. Después llegaron las caricias, y el sentir como nadie la había hecho sentir antes.
Todos estos bonitos gestos habían destruido muchas de las barreras que ella se había creado a lo largo de su vida para que nadie la hiciera sufrir, y quedaron totalmente eclipsados. Siempre había tenido el control de la situación y por primera vez se vio desbordada. Eso le hizo dudar.
Muchos habían perdido el interés de aquel carácter tan especial. Ella era fuerte, sincera. Sabía lo que quería en cada momento. Luchaba por ello. Y lo conseguía. Lo tuvo claro cuando volvió a verlo y supo que quería probar el calor de aquel cuerpo. Por eso, cuando empezó a sentir que se le estaba yendo de las manos, se sintió débil por primera vez y eso le asustó.
Volvió a mirarlo y él empezó a torcer el gesto de que en aquella habitación algo no iba bien. Ella empezó a hablar por fin y cada palabra fue una puñalada en su triste alma, allí dónde la herida nunca cicatrizaba. Siguió escuchando a aquella temblorosa voz a la altura del llanto, y él no quiso entrar en razones. No quiso entender el miedo, ni las dudas, ni siquiera se paró a pensar en la pena que ella tenía.
Ella empezó a ver aquella actitud egoísta del que no sabe como defenderse, del que no se pone en el lugar de la otra persona. Él sólo pensaba en él en aquel momento, y eso era una batalla perdida. Dejó con tristeza que hiciera su maleta y se llevara en ella las ganas de verla y todas las palabras que se habían dicho hasta aquel tenso momento. Pero el momento ya había pasado, ya no era el momento de los dos.
Ella lo vio marchar y la pena se le instaló dentro, pero supo que era lo mejor para los dos.
Él se fue para no volver, y sintió que le había fallado.
miércoles, 20 de marzo de 2013
The Dark Side Of Me
domingo, 17 de marzo de 2013
Domingos
miércoles, 13 de marzo de 2013
Cuarto movimiento
jueves, 21 de febrero de 2013
Ese adiós...
¿Recuerdas como nos conocimos?
Yo iba de la mano de otro desengaño
Tu con la lección bien aprendida
Ambos nos dijimos 'ojalá que volvamos a vernos'
Y aquella noche, tan sólo un chispazo vimos.
Pasó el tiempo como pasan las cosas
que no tienen mucho sentido,
y a lo largo de este callejón sin salida
volvimos a encontrarnos en otra despedida:
yo con mi desengaño y tu con tu carpe diem.
Esta vez, los chispazos nos volvieron vulnerables:
yo con mi corazón de paso, tu y tus miradas a oscuras.
Crucé a ciegas una ciudad y me dormí con las estrellas,
pero entonces ya no eras tu, ni tampoco yo, y ni rastro de nosotros
por una sencilla verdad: 'no te quiero necesitar porque no te puedo tener'
Y, así, empezó todo de nuevo, con un final.
Esta vez era un final cerrado, sin más allá
que este desierto eterno entre tu mirada y la mía,
porque por mucho que toda esta historia existió,
ese adiós no maquilla un hasta luego.
domingo, 17 de febrero de 2013
La chica invisible
martes, 12 de febrero de 2013
Caótico neutral
jueves, 7 de febrero de 2013
Contradicción
lunes, 4 de febrero de 2013
Tres segundos antes...
viernes, 1 de febrero de 2013
Recuerdos
miércoles, 23 de enero de 2013
La vida de L.
lunes, 21 de enero de 2013
Conciencia
miércoles, 16 de enero de 2013
Dónde yo termino y tú empiezas
Hay una extraña conexión entre los dos
con un margen que separa nuestras vidas
algo que me dice malo,que me dice bueno
algo inexplicable a miradas ajenas
Y yo pregunto, y me quedo en silencio
y tu sonríes y el tiempo se detiene
y cada segundo soy un poco más tú
y cada segundo me voy quedando sin ti
.....y tu sonríes.....
martes, 15 de enero de 2013
Un sí cobarde
El destino es caprichoso y siempre vuelve al mismo punto de partida.
jueves, 10 de enero de 2013
Momentos
Se sentó donde siempre lo hacía, en el escritorio que lo había visto crecer. Lentamente sacó un folio del cajón y lo dejó encima de la mesa. Lo miró durante un rato, impasivo. Cuando lo tuvo realmente claro escribió su nombre, lo que siempre le recordaría los amaneceres que nunca tuvo.
Cuando terminó, lo miró emocionado. ¡Qué trazo más bien hecho! ¡Qué color! Estaba orgulloso de lo que había creado, tanto que se juró a sí mismo que le dedicaría tiempo a mejorarlo.
Durante un tiempo le añadió más color, más brillo y más intensidad, y lo hacía con todo el cariño del mundo. Llegó a estar plenamente satisfecho de tan buen trabajo.
Pero la rutina le jugó una mala pasada, a lo que también se le añadió que se estaba quedando sin espacio en aquel papel. Por miedo a perder aquella obra de arte, se dedicó a conservarlo, aunque ya no era lo mismo. El no seguir añadiendo los matices que el quería le hizo dudar, y el agobio hizo acto de presencia.
Dejó su trabajo encima de aquella mesa y cada día lo observaba, pero sentía que ya no podía añadir nada más a aquel lienzo. Pasaron los días e iban pesando cada vez más sus dudas, hasta que decidió deshacerse del mismo. Lo arrugó, lo rompió y lo tiró sin miramientos, había tomado esa decisión porque pensó que era lo correcto.
Decidió abrir la ventana. "Necesito algo de aire fresco", se dijo. Y, como por arte de magia, apareció una brisa que le hizo sentir tranquilo, en calma. Se sentó a disfrutar de ese aire renovado, de los sonidos tan mágicos que escuchó, notas musicales galopaban al compás.... todo era armonía. El aire arrastró los pequeños trozos de papel hasta no quedar ninguno, y el encontró la paz.
"Esto es lo que yo esperaba", y decidió dormirse viendo que nada podía alterar ese momento, porque pensaba que ese era su momento.
Pero la brisa nunca sopla hacia el mismo lado, cambia de trayectoria. A veces de manera tan sutil que es casi imperceptible a nuestros ojos. Otras veces tan voraz, tan vertiginosa que arrastra a su paso todo lo que encuentra.
No supo explicar de que manera ocurrió pero se quedó sentado en el mismo sitio, pensando que su momento ya había pasado. Se lamentó profundamente por lo inusual de la situación.
Cuando vio que ya estaba algo mejor, sacó de nuevo un folio de papel y lo colocó encima de la mesa, como había hecho antes.
Y ahí se quedó esperando alguna idea.
Algún motivo.
Esperando su momento.